En el Camino andamos. Recuerdos de 1598, 1612 y 1635.
- Francisco Sandoval CSW
- 24 sept 2019
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 1 sept
El presente cuento trata sobre las memorias imaginarias de sucesivos padre, hijo y nieto al recorrer el Camino Real de Tierra Adentro en diferentes épocas, después de verse obligados a trabajar como arrieros tras enfrentar la prohibición y subsecuentes refrendos de sembrar vides y producir vinos en la Nueva España.
Fue presentado bajo el seudónimo de Concepción Aranda en el I Concurso Literario organizado por la vinícola potosina Pozo de Luna y obtuvo Mención Honorífica.
1598 (padre)
Y este canijo burro que viene rengueando, a lo peor sí se me muere. Creo que voy a tener que pasar aquí al Jaralito a ver si me lo toman a cambio por uno que esté sano.
1635 (nieto)
Todo por tener que andar aquí de arriero, como mi padre y mi abuelo, que tampoco tuvieron de otra luego de las “sabias” decisiones de los reyes de mandarnos arrancar las vides con las que ya habíamos empezado a trabajar. Primero fue ocurrencia del abuelo, que luego refrendó su padre, y en ese entonces no tuvieron tanto efecto. Pero con “el Rey Planeta” no hay quien pueda. Ya hace 7 años lo había intentado y no le había salido, pero ahora con el Real Tribunal del Consulado es imposible tratar. Y menos con su nuevo saltimbanqui, “vuecencia” don Lope, “marqués de Cadereita”, lo que les gusta inventarse, si la acaban de fundar.
1612 (hijo)
Creo que sí me vienen siguiendo. Y ya pasa del ocaso, ya no me van a dejar entrar en San Agustín. Mejor jalo para el Cerro de San Pedro para despistarlos.
Y qué coraje tenerlas que arrancar, sólo porque a vuestra excelencia el Rey Don Felipe se le ocurrió que podría ser competencia para los vinos de allá. ¿Cómo iba a ser? Si nosotros apenas estábamos empezando con las primeras vides que trajo mi abuelo. Luego mandó a traer más mi madre, ella de su amada Castilla, a la que nunca pudo regresar. Esas que maduraban más temprano en el año, lo que nos ayudaba a adelantárnosles a las lluvias. Aquí sí les había gustado, no como allá en Puebla o en Michoacán, donde se pudrían las hojas de lo buena que es la tierra. No, a ellas les gusta lo malo, los días largos del verano, los calorones de la canícula en agosto, que llueva poco y la tierra sea dura, y este canijo frío que cala en invierno.
Ay estos mulos que no pueden avanzar rápido, cómo pesa este azogue. Por aquí no voy a poder cruzar, voy a tener que bordear hasta allá por el Jaralito. Igual y de cualquier manera tengo que pasar, a ver si me reciben, ya me va a caer la noche. Qué mal está el camino en esta parte, no hay ni por dónde pasar. “Camino Real” ni qué ocho cuartos, a poco el dichoso Rey andaría por aquí. Ojalá hicieran algo para poder cruzar, cuando llueve está imposible. Yo creo mejor voy a pedir posada en la hacienda, espero me dejen quedar.
Qué chula está la luna, nada como el aire seco de acá para ver bien los astros. Me recuerdan los ojos de mi bisabuela que alcancé a ver de chiquillo. Qué culpa iba a tener mi Tata de enamorarse de ella, que sólo por ser india la hacían menos. Mi padre volvió a repetir su “pecado”, prendarse de una india. Pero qué iba a hacer él, si en el corazón no se manda. Y yo, ni modo, castizo, como mi abuelo.
Qué mala decisión, carajo, justo ahora que ya estaban creciendo bien las plantas. Ya el año pasado habíamos tenido buen rendimiento con esas vides que mandamos traer de la tierra de mi padre, con esas uvas chiquitas de jugo colorado. Aunque al final la mitad de la cosecha se perdió, primero por culpa de los pájaros. Luego nos fallaron las barricas, el vino se “cocinó”. No nos lo pudimos tomar, nomás sirvió como vinagre. Y al siguiente año tampoco nada, todos los frutos se los comieron los animales. Un día ya estaban bien maduras y al otro, nomás no había nada.
A ver qué nos depara el nuevo siglo, ojalá que en la Madre Patria cambien la decisión y nos dejen continuar con nuestros esfuerzos. O que con los siglos no se dejen, y de ser necesario, que reclamen, pero que no dejen arrancar de nuevo las plantas.
O está eso de quedárselas y pagarle de impuestos a la Audiencia dos pesos por cada cien de ganancias, como dicen que están haciendo en Santa María de las Parras allá en el norte, pero eso no es de Dios. Así que mejor dejar que se secaran, pobrecitas, tan bien que iban.
Dicen que por el Cerro de San Pedro ya habían sembrado y les había ido muy bien con las uvas. Como hicieron los Quintanilla allá por el Valle de Arista. O mi compadre Francisco allá por Jilotepec, que también iba bien con sus plantitas que trajo de Francia. No como con esas uvas que se empecinó en traer mi abuela, de cáscara delgadita, que no se dieron. Como que les gustaba más el frío, se quemaban con tanto sol de acá. O quién sabe, tal vez habría que haber hecho un vino de esos a los que le añaden alcohol, como el que dicen que está haciendo Don Aldo Verástegui allá por el río Verde.
Qué cansancio, esta espalda no me deja en paz. Menos mal que me dejaron quedar por acá, si no todavía tendría que haber andado otras dos leguas para llegar a la Villa de San Luis. De ida como sea, es puro azogue, pero de regreso con esta carga maldita... Andan bravos los salteadores, bien lleno que está el presidio de Tolimán.
Qué bien que sí me cambiaron al burro, espero que el patrón quiera pagármelo... Esto de andar de arriero nomás no deja. Tal vez en un futuro, con el correr de los años se vuelva a desarrollar el vino en estos lares, esto de querer prohibir a la Madre Tierra no puede durar para siempre. Yo me haría de esas tierras que están aquí abajo para fincar una hacienda... Y la nombraría en honor al pozo ese que está enmedio, Pozo de Luna…
Cronología
1492 descubrimiento de América
1517 inicia reinado de Carlos I (Ag)
1519 la Casa de Contratación de Sevilla obliga a cada barco enviar vides al Nuevo Mundo (EPLV)
1520 primeras vides en México (FISAC)
1521 conquista de México
1522 inicia producción de vino en México (FISAC)
1524 Hernán Cortés ordena sembrar vides en las Ordenanzas de Buen Gobierno (EPLV)
1531 Carlos I ordena que todos los barcos traigan vides y olivos (FISAC)
1556 fin del reinado de Carlos I, inicia el de Felipe II (Ag) el Prudente (Wikipedia)
1574 descubrimiento y fundación de la misión de Santa María de la Asunción de las Parras (FISAC)
1592 fundación de San Luis Potosí (Wikipedia)
Francisco de Urdiñola produce vino en ex-Hacienda del Rosario, en Parras?, más tarde Vinícola Marqués de Aguayo (FISAC)
1595 Felipe II prohibe plantar vides (EPLV, FISAC) en Cédula Real Ley XVIII, titulo XVII de la Recopilación de las Indias (fb VinosdelMundo)
1597 licencia a Don Lorenzo García para fundación de Hacienda San Lorenzo, hoy Casa Madero (FISAC)
1598 fin del reinado de Felipe II, inicia el de Felipe III (Ag) el Piadoso (Wikipedia)
1610 Felipe III refrenda prohibición (EPLV)
1621 fin del reinado de Felipe III, inicia el de Felipe IV (Ag) el Grande, el Rey Planeta
1628 y 1631 Felipe IV refrenda prohibición (EPLV)
1634? fundación de Cadereita (Ag)
1635 a 1640 virreinato de Lope Díaz de Armendáriz, marqués de Cadereita (Ag)
1665 fin del reinado de Felipe IV (Ag)
Fuentes
(Ag)
Historia de la Nueva España, Ed. Aguilar
(CMV en FISAC)
Fundación de Investigaciones Sociales A.C. (Alcohol-Infórmate). Historia del Vino en México. Con información del Consejo Mexicano Vitivinícola, CMV.
(EPLV)
(Wikpedia)
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